En algún lugar de África
El nombre de Adagio, con el que Simona Gaddi (Lecco, Italia, 1976) titula su fotografía, tiene en el uso del español, entre otros significados más amplios, dos principales muy diferentes: el primero, procedente del latín y que no hace al caso aquí, es el de sentencia, proverbio, refrán o máxima, y el segundo, el que verdaderamente sí es de nuestro interés ahora, de uso universal y origen propiamente italiano, representa un “tempo” musical, un “andamento” lento, moderado y sostenido, al que se suele añadir una anotación expresiva según el carácter que el autor le quiera dar en una determinada circunstancia, de modo que puede ser melancólico, triste, doloroso, o por el contrario, dulce, simple, tranquilo e incluso misterioso.
Simona Gaddi, acorde con el sentimiento que inspira este ciclo de Festina Lente, nos invita a participar de ese mismo tempo de lentitud, moderación y sostenimiento arriba citado, mostrándonos una bella fotografía realizada en un pasado viaje por tierras africanas del Atlántico. Presiento en ella un vehículo en marcha, de espaldas a un inmenso escenario desolado, y al fondo, en la alta línea del horizonte, una lejana montaña solitaria, que la cámara capta cual si fuera una despedida, un melancólico adiós, al que contribuye una luz suave sobre una tierra oscura de vegetación rala y un camino ocre ligeramente polvoriento por el paso del vehículo. La foto me transmite sensación de misterio, pues no necesita ser identificada, además de una tranquila y dulce evocación del paisaje mediante la súbita y fresca instantaneidad del disparo. Es la foto de un recuerdo lento y sostenido en el tiempo, “adagio”, imagen definitiva de una vivencia pasada que persiste, quiero pensar aún feliz, en la memoria. Una foto hija de la magia de un acto entonces espontáneo y ahora transformado en permanente para siempre.