«Dura por arriba, dura por abajo, cabeza de culebra, patas de lagarto»
Con esta adivinanza, a modo de título, Chelo Matesanz nos presenta la fotografía de un collage realizado con recortes procedentes de muy diversas publicaciones, cuyo significado está muy acorde con la intención general del actual ciclo de La Caverna de la Luz, al manifestarse de forma inmediata en nuestra imaginación la imagen de una tortuga, ese símbolo por excelencia de la lentitud, la serenidad y la longevidad. Sin embargo, esto no nos basta, porque si miramos detenidamente la superposición de imágenes recortadas que conforman la obra a modo de puzzle, no encontraremos en parte alguna la figura de una tortuga, con lo que el significado de este conjunto tan fragmentado se vuelve repentinamente muy enigmático, cuando no hermético. Para aclarar esta desunión de carácter surrealista, resultado de un aparente automatismo, ha sido la propia artista quien nos ha despejado su incógnita al revelarnos que fueron muchas las cosas en las que había pensado durante la confección del collage: “el pensamiento inicial, las primeras imágenes seleccionadas, que fueron las del incendio en Bambi; el tiempo de uno mismo, la creación y el juego, el proceso creativo como pérdida de la noción de tiempo y espacio, el ser humano enemigo de sí mismo y de la naturaleza, destrucción… el pasado en el presente…”
Fiel a su lenguaje artístico, Chelo Matesanz reúne muy diferentes imágenes, todas alusivas a los sentimientos anteriormente citados, como la inocencia frente a la maldad destructiva de la naturaleza por el ser humano, con su irresponsable y funesta tendencia a la autodestrucción; como también a la lentitud en el proceso creativo hasta dar con el resultado satisfactorio, proceso no exento de juego, tan de su gusto, y por el que nos propone además la exhibición del collage no sólo en su sola y original representación fotográfica, sino también en otras dos disposiciones muy diferenciadas, dotadas de gran ironía y a medio camino entre la ternura y un incisivo desenfado.
Fernando Zamanillo Peral
Chelo Matesanz
Cantabria, 1964
Licenciada en Bellas Artes, especialidades Audiovisuales y Pintura por la Universidad del País Vasco. Doctora en dicha Universidad en 1994.
Profesora Titular de Pintura en la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra, Universidad de Vigo.
En 1992 obtuvo una Beca de Formación y Ayuda a Investigadores, Departamento de Educación, Universidad e Investigación, Gobierno Vasco.
En 1994 es seleccionada la Muestra de Arte joven.
En 1995 en Germinations, para jóvenes artistas europeos.
En ese mismo año obtiene la Beca Fundación Marcelino Botín.
En 1996 le conceden el premio JASP, al mejor artista joven en Arco 96, financido por Renault.
Tiene una amplia trayectoria artística, en la que ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas.