Noé Bermejo

La escena parece extraída de cualquier álbum familiar de principios de los 80. El artista subvierte este dispositivo con el que solemos certificar nuestro sentido de pertenencia a un grupo, para ironizar sobre el carácter construido de nuestro imaginario social e identitario y sus rituales de representación, sometidos siempre a los mismos códigos y estereotipos. El resultado es un particular archivo de memoria, profundamente narrativo y sarcástico, donde el propio