Gran Vía. Madrid, 2004 © Luis Baylón
Gran Vía, Madrid, 2004
«Tenía bigote de gato, mirada de gato, risa de gato. Tenía sabiduría de gato. Y cuando caminaba por las calles de Madrid con su Roleiflex sabía ser también silencioso como un gato, y cazar como un gato».
Andrés Barba
Luis era un gato. Era madrileño hasta las trancas. Canalla, divertido, ladino y zalamero. Castizo, encantador. El mejor guía de Madrid, el último en cerrar el último garito.
Le llamé para participar en La Caverna y me dijo que estaba en El Escorial, descansando, haciendo fotos de árboles. Y enseguida hicimos planes para su visita a Santander el día de la inauguración. Quince días después me comunicaban su fallecimiento.
Sirva este “apunte sobre Fotografía en la península ibérica” como nuestro homenaje a un “maestro” y nuestro abrazo a un amigo.
En esta serie de fotografías, presentada en díptico, podemos ver a una pareja “canalla” celebrando su amor y su suerte, mientras en las calles de Madrid, ese 22 de mayo de 2004, la muchedumbre aclama a la comitiva de la boda real que se pasea fastuosa por la Gran Vía. Hay un fuerte despliegue policial. Están prohibidas las banderas republicanas y las manifestaciones antimonárquicas. Pero esta pareja ignora las prohibiciones y bailan su amor al son bajito del himno de Riego, porque la única reina del mundo es ella y el único rey es él. Y Luis Baylón, con su Rolleiflex, estaba allí para contarlo.
Javier Vila
Luis Baylón, Madrid, 1958-2023 (foto © Estela de Castro)
Luis Baylón a los dieciocho años se compró su primera cámara y se apuntó en una escuela. Impresionado por el proceso químico y el manejo de la luz, montó un laboratorio casero. En 1986 comenzó a trabajar para prensa y revistas como freelance y tres años más tarde montó un laboratorio profesional comercial.
Luego de su primer viaje a la India en 1992, lo invitan a exponer en una galería de arte y en 1994 hace su primera venta a la colección Cualladó. A partir de allí, la publicación de su primer libro ‘Tarde de toros’ (1996) no tardó en llegar y expone por primera vez su serie ‘Madrid anónimo en Francia’.
Tres años después, Baylón es incluido en la colección Photobolsillo de fotógrafos madrileños. Entre el 2000 y el 2007, el fotógrafo ganó el Premio de la Comunidad de Madrid y la beca Endesa, expuso en el Canal de Isabel II, y publicó el catálogo ‘Guirigato’ (2001) y los libros ‘Solo fumadores’ (2003), ‘Par de dos’ (2005) y ‘Benarés’ (2006), el cual se expuso en el Museo de las Peregrinaciones de Santiago de Compostela.
En el 2007 se incluye parte de su obra en la colección de fotógrafos españoles de Photobolsillo. Este mismo año, llevó la edición de la línea editorial Ideas de Arte del Museo de Teruel, expone ‘Autograbatos’, comienza su proyecto sobre Pekín y publica junto con Bernard Plossu ‘En Valencia’.
Otras publicaciones y exposiciones del fotógrafo son ‘Ladrones de corazones’ (2009) en asociación con una galería de arte, ‘Escataparte’ (2011) con el colectivo Man Ray y ‘Pequineses’ (todavía inédita, pero sí expuesta). En 2014, expone ‘Par de dos’ en el Palacio de Cibeles.
En el 2017 comienza a trabajar en su archivo y, tras tres años de selección de fotografías y laboratorio se publica ‘Madrid en plata’ (2021).
En el Archivo Lafuente se conservan cerca de quinientas setenta fotografías de Luis Baylón, de las cuales más de la mitad corresponden a las publicadas en Madrid en plata (La Bahía/This Side Up, 2021), que se agrupan en dípticos y trípticos, fechados desde 1984 hasta 2017. El resto de imágenes pertenecen a los años de la Movida: «Mi rollo los 80», «La baskita de los 80», y «Un personaje». A eso, se suman las aparecidas en El Canto de la Tripulación (1989-1997), revista que en la que se mostró parte de su «Madrid». El Fondo Baylón se completa con otras series, tituladas «Putas» o «Rastro», así como unas imágenes inéditas de la Movida. Además, se pueden encontrar en el conjunto primeras fotografías de series como «Par de dos» o «Animalada».
http:/www.archivolafuente.com/obra-artistica/1945-1989/espana/luis-baylon/
Luis Baylón, el gato
El gran fotógrafo madrileño, que retrató su ciudad en decenas de imágenes, ha muerto a los 65 años
Ha muerto un gato en Madrid. Ha muerto el rey de los gatos. Tenía bigote de gato, mirada de gato, risa de gato. Tenía sabiduría de gato. Y cuando caminaba por las calles de Madrid con su Roleyflex sabía ser también silencioso como un gato, y cazar como un gato. A diferencia de los artistas perros (narcisistas, ruidosos, egocéntricos, más enamorados de su propia mirada que de los objetos que fotografían) el artista que fue Luis Baylón tenía el “bajo perfil” de los gatos, y también la extraña inclinación de los gatos por lo lumpen, lo brillante, lo doble, lo golpeado, lo elegante. El artista gato ―a diferencia del artista perro (siempre pomposo, siempre cauto, siempre con un “programa”)― es un improvisador, un superviviente, demasiado consciente de que basta un mal golpe de suerte para dejarte en la calle. Ha probado la calle el gato. Sabe de qué va. Ha dormido al raso alguna noche. Sabe que no hay en ello ningún romanticismo. Preguntadle por sus malas noches al artista gato, como le preguntaban a Baylón por la heroína en los tiempos de la Movida, no os las contará, pero se verán esas noches, filtradas y transfiguradas, elegantes, domesticadas y amadas y bien lloradas, como solo saben hacer magia los gatos y los grandes artistas, en la fotografía de un niño, en la de una mujer que mira los toros, en la de un árbol. Baylón falleció este sábado a los 65 años.
Andrés Barba
https://elpais.com/cultura/2023-10-22/luis-baylon-el-gato.html