Marentus, 2013

La imagen contenida en el sobre ha sido generada con la colaboración de una colonia de abejas melíferas que durante un mes han habitado un artefacto reconvertido en un panal óptico en cuyo interior se han puesto en marcha dos laboratorios físico-químicos paralelos que han permitido transformar, por un lado, el néctar de las flores en miel y, por otro, los haluros de plata en una imagen analógica posteriormente positivada sobre papel emulsionado con jugo de tejo. El resultado de este doble proceso de carácter alquímico es una imagen inaccesible que fomenta otro tipo de experiencias sensoriales e incita a una aproximación no visual donde el azar, la acción colectiva y la imaginación participan del proceso creativo. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona con un MFA en la Slade School of Fine Arts de Londres, alfonso borragán ha desarrollado proyectos artísticos y docentes en España, Portugal, Alemania, Reino Unido, Suiza, Noruega, Colombia e India. Sus propuestas se basan en la construcción de artefactos fotográficos con materiales orgánicos, acciones en entornos naturales o celebraciones rituales de carácter colectivo con comida gaseosa, esférica, fluorescente o, en este caso, alrededor de la miel.

Marta Mantecón

Alfonso Borragán

“MARENTUS” DE ALFONSO BORRAGÁN EN LA CAVERNA DE LA LUZ

El jueves 1 de agosto a las 20:30 horas se presenta la nueva propuesta de La Caverna de la Luz de Santander. Se trata de “Marentus” (panal en latín) del artista alfonso borragán, un artefacto de madera reconvertido en un panal óptico habitado por una colonia de abejas melíferas, en cuyo interior se han puesto en marcha dos laboratorios físico-químicos paralelos que, sometidos a las mismas condiciones ambientales, han permitido transformar, por un lado, el néctar de las flores en miel y, por otro, los haluros de plata en una imagen analógica, posteriormente positivada sobre papel emulsionado con jugo de tejo. El resultado de este doble proceso de carácter alquímico es una imagen inaccesible que fomenta otro tipo de experiencias sensoriales e incita a una aproximación no visual donde el azar, la acción colectiva y la imaginación participan del proceso creativo.

El panal óptico funciona como una colmena vertical de cuadro móvil con un panal de Apis mellifera mellifera, colocado de manera que la geometría de la luz atraviese las hendiduras e incida en un negativo fotosensible que, por espacio de un mes, ha sido constantemente interferido por la vida y la intervención de las abejas, que cubren de cera cualquier elemento extraño y buscan la oscuridad, sellando los estenopos con cera y miel para evitar la entrada de luz dentro del panal.

La imagen resultante, sometida a una larga exposición, tiene en este sentido una doble autoría. Todavía fotosensible, ha sido positivada con una emulsión de tejo, por lo que posee un carácter efímero y contiene toxinas que pueden resultar nocivas si la fotografía se manipula incorrectamente, así que se presenta protegida dentro de un sobre opaco que contiene una serie de instrucciones.

Paralelamente, se ha producido otro proceso biológico, que es la fabricación de miel por parte de las abejas obreras. La importancia cultural de la miel es inabarcable, ya que se trata de una sustancia que constituye un excelente conservante natural altamente perdurable a la que se le atribuían propiedades mágicas, como ponen de manifiesto numerosas historias populares que tienen que ver con la brujería, los ungüentos y los venenos.

El acto de inauguración consistirá en una experiencia colectiva, banquete o celebración de carácter participativo donde las personas asistentes podrán extraer miel directamente del panal óptico para desvelar los negativos de donde se obtendrá la copia que se introducirá en el sobre negro que conformará la pieza del mes de agosto de la carpeta de coleccionistas de La Caverna de la Luz.

El artista manifiesta en este trabajo su constante interés por lo biológico, lo efímero, lo dinámico y lo mutable, así como por explorar los límites de la fotografía y crear experiencias que compartir bajo el signo de la celebración colectiva, el acontecimiento o la acción ritual, en este caso, alrededor de la miel, generando una experiencia olfativa, gustativa y táctil y obstaculizando el acceso visual, precisamente en un momento caracterizado por un profundo apetito de imágenes que muchas veces resultan indigeribles. El objetivo es sondear otros sentidos, potenciar el conocimiento sensorial más allá de lo estrictamente visual y subrayar la dimensión más experiencial de la práctica artística, de modo que lo procesual y lo efímero se impongan sobre cualquier evidencia objetual.

Bajo una orientación multidisciplinar, se sitúa en el mundo del arte por ser el canal que mejor le permite desarrollar sus ideas. Solo le interesa la obra cuando esta canaliza una experiencia. Crea instalaciones que nacen para consumirse, convirtiéndose en experiencias que pretenden modificar de algún modo la percepción de la realidad interferirla o simplemente imaginarla. Construye situaciones y dispositivos que amplían la percepción física y vivencialmente. Su obra solo vive a nivel simbiótico, integrada al ser humano, un trabajo orgánico que solo se acciona a través de él y desaparece con él. Sus dispositivos se consumen con la experiencia, que a su vez dilata la obra y la expande a través de la transmisión oral, el espacio humano de crecimiento, la comunicación de historias y la memoria. Experimenta con matrices de libertad que generan la magia, el ilusionismo de lo oculto, el juego o la alquimia, ubicando y rebuscando constantemente el lugar donde las cosas ocurren: en el rito de la comida, lo pagano de una fiesta, la tranquilidad de los Alpes, el movimiento del río, la punta de los árboles…

Nacido en Santander, alfonso borragán actualmente trabaja y vive en Londres. Estudió Bellas Artes en la Universidad de St. Jordi de Barcelona y posteriormente siguió su formación en el MFA de la Slade School of Fine Arts de Londres. Ha desarrollado y compartido trabajos en España, Portugal, Alemania, Reino Unido, Suiza, Noruega, Colombia e India. Sus últimos trabajos han podido verse en Plataforma Bogotá (“Fosfofagia 04”), el Instituto Cervantes de Nueva York (“Documentation of 19 days living in a cave”), la Slade School of Fine Arts de Londres (“Aether”), Khoj International Artists’ Association en Nueva Delhi (“Fosfofagia 03”) o en Blackboxx de Basel (“Watergames”). Como docente, ha impartido clases y talleres en la Swansea Metropolitan University, la Universidad de Cantabria, la Universidad de Barcelona, el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC) o el Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya.

El eje temático de La Caverna de la Luz durante este año lleva por título “Jaque al Ojo”, una reflexión sobre el estatuto de la mirada y la eficacia de las imágenes como proveedoras de conocimiento. El objetivo es pensar sobre el fenómeno de “desgaste de la imagen” y los actuales “modos de ver” a través de trece obras realizadas por una selección de artistas que trabajan con diversas disciplinas creativas, incluida la fotografía, y desde muy diferentes posiciones formales y conceptuales, pero que comparten un interés común por la imagen como vehículo transmisor de ideas, emociones y subjetividades. La propuesta planteada a cada artista (hasta el momento han participado Daniel Gutiérrez Adán, Sara Huete, Sonia Higuera, Fernando Navarro Vejo, Tamara García, María María Acha-Kutscher, Yolanda Novoa y, durante el mes de agosto, alfonso borragán) es indagar en aquello que se oculta en lo que vemos, bucear en las fronteras de la percepción o situar la imagen al límite de su visibilidad para generar unas cuantas preguntas y provocar, en consecuencia, el deseo de ver y de mirar.

La Caverna de la Luz. Calle del Sol, 11 Bajo. Santander. www.lacavernadelaluz.es

Ficha técnica de la obra:

alfonso borragán: “Marentus”, 2013.

Más información sobre la artista:

www.alfonsoborragan.com

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