ATARAZANAS
Cuando Jesús Velasco (Santander, 1955) me pasó su primera idea para participar en este proyecto de Festina Lente, en la primavera de este año de 2019, no sospeché que tras ella se ocultaban algunas imágenes más que realmente conformaban el inicio de una serie de mayor alcance. Aquella primera fotografía me gustó mucho, pues plasmaba una concepción compositiva muy original que, a su vez, se ajustaba con bastante exactitud a la idea misma del proyecto. El pintor, que no fotógrafo, como él mismo manifiesta en sus escritos personales, establecía una división muy definida del campo fotográfico con dos imágenes que en apariencia nada tenían que ver entre sí. Más allá, pues, de lo puramente sensitivo y emocional, desvelaba la aparente discordancia o desconexión entre ellas, explicando racionalmente su interna relación, en tanto que proceso eminentemente conceptual (*).
Aquella primera imagen de conjunto ofrecía en la parte superior un antiguo y muy conocido plano de la ciudad de Santander de principios del siglo XX (1911), mostrando en la parte inferior una vista actual del puerto en plena actividad veraniega, con las barcas que hacen la travesía al Puntal desde el Palacete del Embarcadero. Al establecer una relación entre ambas imágenes, más allá del presumible anacronismo que evidenciaban, el autor nos quería hacer reflexionar sobre el profundo cambio que desde entonces ha sufrido la ciudad, y cuya demostración visual le servía como constatación y manifestación, quizá nostálgica, de un hecho inevitable e implacable, como es el paso del tiempo, en la línea, tal como Velasco manifiesta, de su particular senda de observación de las peculiaridades geológicas ( aquí urbanas), tanto como la transformación artificial, por los habitantes del medio… Todo lo que constituye un rico y amplio conjunto formal y cultural también.
No satisfecho del todo, sin embargo, con aquella primera fotografía y conocedor de que había alguna más en similar línea de trabajo, le pedí que me enseñara la que ahora se expone en La Caverna de la Luz, titulada Atarazanas. En esta nueva imagen de conjunto establece de nuevo la división en dos planos gráficos diferentes, además de extremar el anacronismo ente ambos. En el registro superior reproduce una versión coloreada de la Vista de Santander, según el antiguo grabado del siglo XVII de Daniel Meisner, tomada a su vez del que se reproduce en la obra del Civitatis orbis terrarum, de Braun y Hogenberg, un siglo anterior (1564).
Quizá por mi formación de historiador y mi cierta tendencia a lo dramático, me identifiqué más con esta segunda versión, por el acertado expresionismo de las diagonales convergentes de los dos recortes fotográficos que componen la parte inferior, además de la vibración de sus luces y sombras en perfecto claroscuro y los sutiles matices de color que bellamente les caracteriza. Quizá por todo ello, insisto, me decanté por esta segunda fotografía, este encuentro de dos imágenes de una ciudad desaparecida en el registro superior, del que hacemos caso omiso de los mensajes religiosos y moralistas que contiene, y otra de una ciudad totalmente envejecida en el inferior, tanto, tanto que pareciera formar también parte de tan alejada fecha. Al final, de aquellos astilleros queda sólo la palabra, ni siquiera su recuerdo.
(*) Como David Hockney, no me considero un fotógrafo, sino un pintor que utiliza la fotografía desde hace tiempo para captar los elementos de la naturaleza y el entorno. Principalmente paisajes, con frecuencia de montaña junto con todo lo vinculado con alpinismo. Ya sean los chalets, refugios, históricos hoteles y pintorescas vistas, postales anciens, granjas, farmers, establos y graneros, cabañas, hórreos, ingenios agrícolas, vehículos rústicos, diligencias y autobuses de línea, teleféricos, funivias, ferrocarriles y trenes cremallera… la observación de las peculiaridades geológicas tanto como las características de la transformación artificial, por los habitantes del medio montañés y alpino, montagnard. Ingeniosos e integradas en su medio y entorno. Todo lo que constituye un rico y amplio conjunto formal, y cultural también.
Fernando Zamanillo Peral
Jesús Velasco Aedo
(Santander, 1955)
Estudios de Bellas Artes en Bilbao. 1980-1984
Profesor en las Escuelas de Arte de Oviedo y de Pamplona. 1985-2016
Última exposición individual
2017 Summertime Wind
Fundación Bruno Alonso, Santander
Últimas exposiciones colectivas
2019 Festina Lente
Caverna de la Luz. Santander
2018 Ante el espejo
Centro Nacional Fotografía. Torrelavega
2017 Re-Inauguración Grúa de Piedra
Palacete del Embarcadero. Santander
2000 Memoria de un fin de siglo. Miradas simultáneas
“Los años noventa. Forma y representación”
Museo de Bellas Artes y Sala Luz Norte. Santander
Colecciones publicas y museos
Museo de Bellas Artes de Santander, MAS.
Colección Argentaria.
Parlamento de Cantabria.
Museo de Dibujo <<Castillo de Larrés>>, Sabiñánigo, Huesca.
Universidad Publica de Navarra. UPNA.
Biblioteca Nacional, Madrid.