Santander, 1964.
Dos décadas en su trayectoria han llevado a Ana Díez a convertirse en una artista multidisciplinar en el arte contemporáneo, con incursiones en el performance, las artes escénicas o la arquitectura.
Creció como artista y persona durante la evolución del proyecto `Espacio C´ y no se ha detenido ni en zonas muertas ni en limbos de éxito fugaz o modas pasajeras. De ferias internacionales como Arco, Artesanter y Foconorte al IBB de Curaçao, el Centro Atlántico de Arte Moderno (Las Palmas, Gran Canaria), las galerías Al Marge Spai d´art (Alicante), Espiral (Cantabria) o Photogallery 20 (Bilbao), el Proyecto Internacional El Puente de la Visión o el Simposio Internacional de Artistas en Noja, la actividad artística es su referente del día a día.
Siempre ha explorado sobre su ser y desde su ser, dejando entrever el infinito enigma de la mujer. En la autora late un universo de sutileza, autoindagación y lirismo, en el que lo etéreo, lo onírico y sensorial, y la fragilidad del ser humano en el mundo de los sentimientos, atraviesan su creación. Metódica y constante, necesita de un orden que le da paz e invita a formar parte de un placentero equilibrio. Tremendamente instintiva y sensorial, casi visceral.
El vínculo con la esencia y el sentido de la vida, la fusión entre ser y naturaleza y el autorretrato le sirven para indagar en lo íntimo, desde su rincón a lo invisible, sin fronteras, entre su vida privada y su estudio.