Callao, 1995, Serie «Extraños» © Juan Manuel Castro Prieto

Callao, 1995

Juan Manuel Castro Prieto utiliza la fotografía para evidenciar la realidad oculta tras la aparente lógica de lo cotidiano. En sus imágenes siempre hay misterio, inquietud y belleza. Tras sus fotografías se esconde una sutil simbología que las vincula directamente con cuestiones recurrentes en el imaginario del autor, como son el nacimiento, la muerte, el sexo o la religión.

AC: ¿Hasta dónde llega un fotógrafo contando su mundo íntimo? ¿Mantienes una distancia prudente que te protege de lo que estás contando y hablas de determinadas cosas “metafóricamente”, a través de otros?

CP: No hay porqué contarlo todo. Hay cosas que no quieres contar, ni con la fotografía ni con nada. Sacas tus fantasmas, pero las claves auténticas sólo las entiende uno mismo. Lo que sucede es que hay posibles lecturas que cada cual aplica a su propia experiencia. Es decir, son fotografías “abiertas”.

AC: Sin embargo, te adentras en el tema del sexo, que pertenece también al universo de lo íntimo y es omnipresente a través de la imagen. Tú lo resuelves de una manera curiosa con tus desnudos. Siempre son desnudos intervenidos. ¿Has reflexionado sobre el modo de relacionarte con el sexo a través de la fotografía?

CP: El tema del sexo es algo que perturba a todas las relaciones; nuestra personalidad cambia en función de con quién hablas. Esto no significa que sea empobrecedor. De hecho, yo me encuentro muchas veces más a gusto con personas del otro sexo que con las del mío propio. Evidentemente, todos hemos tenido nuestros traumas y nuestras insatisfacciones. Y además, a nuestra generación nos han limitado la sexualidad. Con el paso del tiempo, y gracias también a la fotografía, he podido echar fuera algunos de esos fantasmas.

Juan Manuel Castro Prieto

en conversación con Alejandro Castellote en Madrid, octubre de 2003. Extractado del libro “Extraños”, Ed. Lunwerg.

Juan Manuel Castro Prieto, Madrid, 1958

Economista de formación, su vinculación con la fotografía comienza en 1977 y, como la mayoría de los autores de su generación, lo hace de forma autodidacta. A comienzos de los años ochenta, ingresa en la Real Sociedad Fotográfica de Madrid, donde conoce a Gerardo Vielba, Gabriel Cualladó, Paco Gómez y Juan Dolcet. En 1990 viajó a Cuzco, Perú, para hacer junto a Juan Manuel Díaz Burgos los positivos del maestro peruano Martín Chambi a partir de las placas de cristal originales.

Juan Manuel Castro Prieto, Premio Nacional de Fotografía 2015, Premio de Fotografía de la Comunidad de Madrid 2003, Premio Bartolomé Ros 2002, Premio César Vallejo 2001, Miembro de la Agencia Vu, fotógrafo hecho a sí mismo, con una mirada única e innovadora y un gran reconocimiento tanto nacional como internacional labrado a pulso, con su obra revalorizándose cada vez más, presente en gran número de colecciones privadas e internacionales por todo el mundo.

Además de su trabajo como fotógrafo, destaca su labor como positivador e impresor de imágenes para colecciones, exposiciones y libros de otros fotógrafos. Recientemente se encuentra involucrado en la Plataforma Centro de Fotografía e Imagen, que busca materializar uno de los anhelos de la comunidad fotográfica española: la creación de un Centro Nacional de Fotografía.

Reseña de Guillermo Balbona en el Diario Montañés del 03-09-2025

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