Desnaturalización, 2016

Aunque es cierto que una imagen vale más que mil palabras, en el caso de la foto que María Bodega nos propone para el mes de julio en la Caverna de la Luz, también podemos decir que las vale el  título –Desnaturalización– y ambos se complementan para expresar una interesante idea (no exenta de polémica) sobre cómo afecta al individuo la excesiva tecnologización de la sociedad. Con un lúcido giro poético, lo que podría ser el retrato de una hermosa gallina en una butaca de época digna de un rey se convierte en una metáfora sobre cómo máquinas y ordenadores pretenden hacernos la vida más fácil (al menos en la teoría) y sin embargo no solo nos están acomodando demasiado sino que además las contrapartidas pueden ser catastróficas; igual que la gallina, tanta comodidad la convirtió en un ave incapaz de volar… se atrofiaron sus alas. Parece que los seres humanos estamos perdiendo muchas capacidades esenciales que nos caracterizan y lo que es peor, estamos desarrollando patologías y adicciones muy peligrosas que preocupan seriamente a la comunidad médica y científica. Cada vez son más los trastornos provocados por el uso masivo de pantallas de todo tipo que afectan a nuestra vida cotidiana, a nuestro descanso, a nuestra relación con los demás y con nosotros mismos. En su último libro –que habla de los yonquis tecnológicos-, Adam Alter cuenta con inquietud su sorpresa al descubrir que los mayores tecnócratas del mundo tienen muy restringido en su casa el uso de aparatos informáticos de todo tipo, y son los creadores, que convencen al mundo entero de lo buenos que son. Por otro lado este desmesurado desarrollo genera una obsolescencia que nos lleva a un consumo desmedido e imparable de aparatos cuya vida es cada vez más corta y su precio más alto. Da miedo pensar hasta donde va a llevar esta gran escalada de la que somos víctimas manipuladas cada vez con mayor sutilidad. Cada vez necesitamos más cosas que no necesitamos.

La gallina en su sillón se desnaturaliza. Parece que la tecnología nos desnaturaliza pero ¿también nos deshumaniza? Quizás nos es más propia de lo que pensamos y forma parte de las consecuencias de nuestro especial desarrollo cerebral y relación con el medio. Lo que sí está clara es la urgencia de una ética o control tanto sobre el uso que hacemos de ella como su promoción y los intereses que a menudo oculta.

Lidia Gil Calvo

María Bodega Zugasti

María Bodega Zugasti (Santander, 1976). Veterinaria de profesión, hace ya diez años que empezó a interesarse por la fotografía de una forma más seria, realizando un curso de un año con Pablo Hojas y Jorge Cembranos. A partir de entonces investiga y aprende por su cuenta además de realizar más cursos y talleres con profesionales como Mingo Venero o Raúl Lucio, participando también en exposiciones colectivas e implicándose activamente con la Asociación Espacio Imagen desde sus inicios, o con la Asociación Sol Cultural. Utiliza la fotografía para conocer, para acercarse a la realidad, captar sus mejores momentos y conservarlos. Al cabo de los años está resultando ser una avezada cronista de los eventos culturales de Santander y la región, y son innumerables las fotografías de conciertos y eventos de todo tipo que circulan por la red documentando momentos únicos que han sido recogidos con pasión por su cámara bajo su siempre atenta mirada.

artículo de Guillermo Balbona en la sección de Cultura del DM
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