El día había sido muy caluroso y al atardecer decidí dar un paseo por las calles de la ciudad.
A este lugar se le conoce como “ el mercado de los ladrones” en él se dan cita multitud de comercios dedicados a la venta y restauración de antigüedades.
Ahí estaba la foto. Un niño trabajaba junto a un viejo cartel de “ la voz de su amo”. Inmediatamente pensé que ningún niño debería trabajar a la voz de ningún amo, sino que tendría que jugar como cualquier otro niño de su edad.
Le hice una sola fotografía, ofreciéndole una cómplice sonrisa, y él a su vez me regaló esta foto.
José Ramón Riego Amézaga
Vinculado a la fotografía desde hace más de tres décadas y con un amplio bagaje en artes gráficas, José Ramón Riego Amézaga conjuga en su trayectoria profesional variadas facetas de la actividad fotográfica: la instantánea de actualidad y el reportaje de viajes, la reproducción documental y la ilustración con fines editoriales, la docencia y la experimentación con técnicas innovadoras.
Su labor más dilatada ha estado relacionada con la fotografía de prensa, habiendo participado en Gabinetes de comunicación de organismos públicos e instituciones, alguna de tanta relevancia como el Parlamento de Cantabria. Asimismo, obras suyas han visto la edición en prensa diaria, revistas de diversa temática y libros, en alguno de los cuales ha merecido la portada. Requiere especial mención, en este sentido, su especialización en publicaciones contenido etnográfico.
Como docente, ha impartido clases durante diez cursos académicos en el Aula de Fotografía de la Universidad de Cantabria, actividad complementada con conferencias, charlas y otras labores divulgadoras en diferentes instituciones. Asimismo, ha sido miembro del jurado en premios fotográficos, entre los que cabe destacar el Certamen Nacional de Arte Joven Pancho Cossío o el Concurso Provincial de Fotografía Caja de Burgos.
En el ámbito expositivo es preciso reseñar la muestra colectiva Rostros sin Cámara, celebrada en Santander, y la individual India: Una mirada a la memoria, que tuvo lugar en Camargo (Cantabria). También ha realizado el copiado de positivos para exposiciones de autores históricos, como es el caso de Álvaro Zubieta.
La obra gráfica de José Ramón Riego, frecuentemente utilizando el blanco y negro, se ha decantado con preferencia por la fotografía de tipo humanista, en la “que el principal protagonismo corresponde al ser humano, pero no aislado del entorno, sino captando en su ambiente”, lo que confiere a este tipo de trabajos un acentuado carácter de documento social y cultural. Actualmente se halla investigando en unas series fotográficas que combinan las técnicas analógicas y digitales.