Y salió de casa, de lo que era su casa. Cruzó dos desiertos, diez bosques y cuatro ríos. Después un mar que tenía tantos nombres como historias contaba. Allí se le quedó la vida a la espalda. Continuó caminando, conoció pueblos y gentes. Llegó a una ciudad donde el cielo casi siempre estaba oscuro y decidió quedarse. Luego recorrió pasillos, acumuló rostros y se le fue desenraizando el alma. Pasó el tiempo, no desfalleció. Volvió cada día. Hasta que una mañana le mostraron lo que esperaba. Sonrió. Y, entonces, descansó. Había vuelto a ser.
Marcos Pereda
Torrelavega, 1973.
Comenzó su trayectoria fotográfica en el año 2000. Profesionalmente ligada al mundo editorial, se pueden destacar, entre otros proyectos, la creación de la Revista Cultural Neuronea, ser responsable de fotografía en Cantabria Tradicional y su actual trabajo en la Editorial de la UC.
Ganadora de varios premios y menciones, como en el Festival Foconorte 2009; ha realizado diferentes proyectos artísticos para el Gobierno de Cantabria. Además ha participado en numerosas exposiciones y sus imágenes ilustran libros de historia y etnografía.
Aunque su trabajo abarca distintas ramas de la fotografía, sus proyectos personales se orientan al reportaje, entendido como medio de expresión y denuncia.