Santander, 1955.
Paco Roales es un fotógrafo eminentemente argéntico. Su entendimiento con el lenguaje analógico está íntimamente vinculado a su vocación de librero y coleccionista. Él acumula imágenes igual que amontona libros o cámaras, en un aparente desorden en el que el caos e el mapa de su propio universo.